Muchos de vuestros hijos tienen un perro o un gato como
mejor amigo, les acompañan y juegan con ellos, son sus fieles protectores. Hoy
homenajeamos a esos grandes amigos en nuestro blog…pero vayamos por partes:
Antes de saber de dónde vienen las especies correspondientes de nuestras
mascotas…. ¿Cuál es el origen de los mamíferos?... La respuesta os sorprenderá…
Los antepasados directos de los mamíferos son terápsidos,
unos reptiles pertenecientes a la clase de Sinópsidos, que se caracterizan por
tener una fosa en posición inferior.
Los terápsidos aparecen al final del
Pérmico, y se dividen en dos subespecies:
·
Los dicidontos; antepasados de los herbívoros,
los cuales se adaptaron al medio de diferentes formas (algunos eran
semiacuáticos, otros vivían bajo tierra…).
·
Los cinidontos, o “dientes de perro”, los cuales
posen más características propias de los mamíferos, se piensa, por ejemplo, que
tenían el cuerpo recubierto de pelo, o poseían unas extremidades más largas que
les servían para mantener el cuerpo separado del suelo, y así desplazarse con
mayor agilidad y rapidez.
Algunos de los miembros de esta subespecie
desaparecieron, como los gorgonopsídeos, unos reptiles mamiferoides con unos caninos
grandes y afilados que les permitían ser unos excelentes cazadores, entre
otros.
Dibujo de un gorgonopsídeo
Pero al final del Pérmico estos grupos de reptiles mamiferoides se extinguieron,
sólo sobrevivieron aquellos grupos de esta subespecie que tenían el cuerpo más
pequeño y que poseían ciertas características que les ayudaron a seguir en
nuestro Planeta, como unas extremidades con las que cogían la comida con mayor
facilidad y unos dientes que les permitían masticar con mayor eficacia, lo que
ayudó, posteriormente a digerir mejor los alimentos.
De esta forma, los supervivientes se
convirtieron en los ancestros de los mamíferos, que aparecieron en el Triásico.
Los cinodontos supervivientes fueron evolucionando, siendo cada vez más
eficientes, ya que, por ejemplo, la presencia de una placa ósea que cubría la
parte superior de la boca, lo que les permitía respirar mientras comían; por
otra parte, en las costillas desarrollaron un diafragma, gracias a lo cual
respiraban de una forma más regular.
En cualquier caso, lo
que separa a los primeros mamíferos de sus antepasados más directos son los
dientes, ya que, mientras los reptiles tenían unos dientes que les permitía
desgarrar pero no masticar, los primeros mamíferos tenían una mandíbula propia
de animales que desarrollan la masticación.
Cráneo de Cynognathus con características de los mamíferos: A/ Boca y conducto nasal separados. B/ Mandíbula con dientes similares a los mamíferos: incisivos, caninos y molares característicos de animales que mastican con rapidez.