La semana pasada os pregunté por Facebook, ¿qué es para vosotros la Arqueología?, ¿en qué consiste el trabajo de un arqueólogo?
Algunos fuisteis un poco tímidos, pero las respuestas que disteis fueron de los
más originales…
Nuestra amiga Noelia Lara nos dijo que para ella "la
Arqueología es una profesión muy dura, pero a la vez satisfactoria, llena de
historia, llena de valor incalculable". En efecto, la vida de un
arqueólogo a veces es ardua, llenita de complicaciones y frustraciones, a todos
a veces las cosas no nos salen como nos gustaría, pero siempre hay que volver a
intentarlo. Pero, desde luego, es una profesión muy bonita, en la que la
adrenalina te acompaña desde el momento que te levantas y te preparas para ir a
excavar, hasta el momento en que vas a mostrarle al Mundo lo que has
descubierto, a través de la publicación de lo que has escrito sobre ello, o a
través de su exposición en la vitrina de un Museo. Desde el principio hasta el
final, la emoción siempre va contigo de la mano.
Por otro lado, nuestra amiga Belen Chovita nos dijo que para
ella el arqueólogo es "alguien que quita el polvo con mucho cuidado con el
plumero"… aún no puedo dejar de reírme…desde luego es una respuesta muy
original. En este punto os quiero decir en qué consiste ese trabajo tan bonito.
En efecto, comienza con el trabajo de campo, en el que quizás no se utilice un
plumero, pero desde luego escobas y recogedores los encuentras por todas partes…
Se empieza con una prospección de la zona que vas a excavar, bien a través de
una vista superficial por parte de los arqueólogos, o bien a través de máquinas
digitales. Después de organizar en cuadrículas lo q se va a excavar, se cogen
las herramientas y ¡¡al lío!! Este proceso es el que más conocéis, cuando los arqueólogos
trabajan en el campo, con un sol abrasador o con el mayor frío infernal…pero no
os preocupes… ya os he dicho que la adrenalina siempre está presente.
Sin
embargo, el trabajo de campo es sólo la punta del iceberg, es lo que veis, pero
hay todo un Mundo escondido muy interesante. Todo lo que se encuentra y se fotografía
en el yacimiento se guarda para poder estudiarlo e investigarlo después, desde
cada una de las piezas arqueológicas, grandes o pequeñas, completas o
fragmentadas; hasta las muestras de los estratos (cada una de las placas de
tierra que se ven de diferentes colores), que serán estudiados por un geólogo o
un geoarqueólogo, ya que los estratos nos dan mucha información sobre el clima, la vegetación, etc; de las
etapas que representan.
Después del trabajo de campo comienza un proceso que es
lento, pero muy bonito. Todo lo que hemos encontrado se lleva a diferentes
laboratorios, donde se harán pruebas para saber de qué están compuestas las
piezas, para hacerles pruebas de datación (como las series de Uranio, la prueba
de Potasio-Argón o la denominada Termoluminiscencia, o el que conocido Carbono
14…). También se llevan a laboratorios para que las piezas sean reconstruidas,
o analizadas a conciencia para averiguar cada uno de los pasos que se han dado
para fabricarlas. También serán dibujadas, intentando plasmar la realidad para
las posteriores publicaciones. Las piezas, como veis, van de un lado a otro, ya
os he dicho que es un proceso lento; pero muy bonito, porque cada una de las
pruebas te da más información sobre la pieza y sobre la etapa en la que se
creó.
No siempre se consigue exponer en un Museo o sala lo que se
ha encontrado y examinado…hay tanto escondido entre los sótanos… todo un Mundo
del que no podríais haceros ni una ligera idea… Pero no os preocupéis, todo se
publica, los arqueólogos dan a conocer sus descubrimientos en Congresos, en
Conferencias…nada se pierde, todo permanece.
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