lunes, 22 de diciembre de 2014

¿En qué consiste el trabajo de un arqueólogo?

La semana pasada os pregunté por Facebook,  ¿qué es para vosotros la Arqueología?,  ¿en qué consiste el trabajo de un arqueólogo? Algunos fuisteis un poco tímidos, pero las respuestas que disteis fueron de los más originales…

Nuestra amiga Noelia Lara nos dijo que para ella "la Arqueología es una profesión muy dura, pero a la vez satisfactoria, llena de historia, llena de valor incalculable". En efecto, la vida de un arqueólogo a veces es ardua, llenita de complicaciones y frustraciones, a todos a veces las cosas no nos salen como nos gustaría, pero siempre hay que volver a intentarlo. Pero, desde luego, es una profesión muy bonita, en la que la adrenalina te acompaña desde el momento que te levantas y te preparas para ir a excavar, hasta el momento en que vas a mostrarle al Mundo lo que has descubierto, a través de la publicación de lo que has escrito sobre ello, o a través de su exposición en la vitrina de un Museo. Desde el principio hasta el final, la emoción siempre va contigo de la mano.



Por otro lado, nuestra amiga Belen Chovita nos dijo que para ella el arqueólogo es "alguien que quita el polvo con mucho cuidado con el plumero"… aún no puedo dejar de reírme…desde luego es una respuesta muy original. En este punto os quiero decir en qué consiste ese trabajo tan bonito. En efecto, comienza con el trabajo de campo, en el que quizás no se utilice un plumero, pero desde luego escobas y recogedores los encuentras por todas partes… Se empieza con una prospección de la zona que vas a excavar, bien a través de una vista superficial por parte de los arqueólogos, o bien a través de máquinas digitales. Después de organizar en cuadrículas lo q se va a excavar, se cogen las herramientas y ¡¡al lío!! Este proceso es el que más conocéis, cuando los arqueólogos trabajan en el campo, con un sol abrasador o con el mayor frío infernal…pero no os preocupes… ya os he dicho que la adrenalina siempre está presente. 



Sin embargo, el trabajo de campo es sólo la punta del iceberg, es lo que veis, pero hay todo un Mundo escondido muy interesante. Todo lo que se encuentra y se fotografía en el yacimiento se guarda para poder estudiarlo e investigarlo después, desde cada una de las piezas arqueológicas, grandes o pequeñas, completas o fragmentadas; hasta las muestras de los estratos (cada una de las placas de tierra que se ven de diferentes colores), que serán estudiados por un geólogo o un geoarqueólogo, ya que los estratos nos dan mucha información  sobre el clima, la vegetación, etc; de las etapas que representan.




Después del trabajo de campo comienza un proceso que es lento, pero muy bonito. Todo lo que hemos encontrado se lleva a diferentes laboratorios, donde se harán pruebas para saber de qué están compuestas las piezas, para hacerles pruebas de datación (como las series de Uranio, la prueba de Potasio-Argón o la denominada Termoluminiscencia, o el que conocido Carbono 14…). También se llevan a laboratorios para que las piezas sean reconstruidas, o analizadas a conciencia para averiguar cada uno de los pasos que se han dado para fabricarlas. También serán dibujadas, intentando plasmar la realidad para las posteriores publicaciones. Las piezas, como veis, van de un lado a otro, ya os he dicho que es un proceso lento; pero muy bonito, porque cada una de las pruebas te da más información sobre la pieza y sobre la etapa en la que se creó.




No siempre se consigue exponer en un Museo o sala lo que se ha encontrado y examinado…hay tanto escondido entre los sótanos… todo un Mundo del que no podríais haceros ni una ligera idea… Pero no os preocupéis, todo se publica, los arqueólogos dan a conocer sus descubrimientos en Congresos, en Conferencias…nada se pierde, todo permanece. 


martes, 16 de diciembre de 2014

Calentitos delante del fuego

Ya sabemos que hubo muchos factores para el desarrollo físico y cerebral de nuestros antepasados; entre ellos, el fuego fue esencial por diferentes motivos que enseguida vamos a saber.

Arqueológicamente es difícil determinar si los restos calcinados en un yacimiento fueron quemados por un fuego natural o intencional, es decir, si fue por un incendio accidental, por ejemplo, o por una hoguera que controló algún grupo de homínidos, para ello, los profesionales se fijan en la forma del estrato negro que queda tras la hoguera, o en si había un círculo de piedras alrededor, etc.



 Dicho esto, es interesante saber que los restos más antiguos de fuego intencionado están entre Europa y Asia, y tienen una cronología de unos 400 mil años. Curiosamente, hasta 200 mil años después no se dio un uso sistemático del fuego por estos continentes y África, a partir de entonces, se dio un uso continuo del fuego, transformándose en una de las estrategias más poderosas de adaptación por parte de los homínidos.

Así pues, el dominio y uso continuado del fuego mostró grandes facilidades a nuestros antepasados, además de que trajo consigo ciertas consecuencias; de esta forma:

  • El fuego les sirvió para desparasitar, higienizar y calentar la comida, ya que la progresiva disminución del sistema digestivo de los homínidos (de lo que ya hablamos en alguna ocasión anterior en este mismo blog) les obligó a buscar estrategias para poder asimilar los alimentos, como el aumento del consumo de proteínas.


  • El fuego iluminaba las estancias, como las cuevas.


  • Ahuyentaba a otros depredadores peligrosos.


  • Y, quizás, lo más importante por todo lo que supuso fue el hecho de que alrededor del fuego se crea un ambiente social entre los individuos, los homínidos se reunían delante de las hogueras,  de eta forma, comenzaron a compartir sus experiencias y conocimientos, y es que la aparición del lenguaje está unida al uso del fuego.



Así que, en estas Navidades no lo dudéis y reuníos todos en torno a la chimenea, seguro que disfrutareis mucho de un momento tan familiar.